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Benito Taibo: “No necesitamos un país de lectores sino de justicia”

Por Alejandro Ortega Neri

No puedo evitar, cada vez que veo a Benito Taibo, pensar que él es la reencarnación de su entrañable personaje el “Tío Paco”, protagonista de sus novelas Persona Normal y Corazonadas. Aunque también pienso en su hermano y en su papá, pues son los que realmente ostentan el nombre de Paco, pero por la cara de travieso, la sonrisa y su relación con los jóvenes, para mí, Benito Taibo es el querido Paco y me dan ganas de abrazarlo.


Durante su última visita a Zacatecas, justamente hablábamos aquí en El Reborujo sobre la constante caída en los índices de lectores en México que se reporta en la Muestra Nacional de Lectura, y conociendo que Benito es un excelente promotor de la lectura lo saqué de una reunión para conversar con él sobre este tema.


Sentados en una jardinera de un ex convento franciscano y con el ruido de fondo de unos niños revolcándose en el pasto, Benito me dijo que los mexicanos sí leemos, más lo hacen aquellos que tienen acceso a los libros y, por ende, no leen aquellos que están imposibilitados. “Tenemos 40 millones de gente viviendo en pobreza extrema” por lo que quienes están en esas condiciones, porque así los ha orillado el país, son los que no tienen acceso a los libros, que es distinto a no leer.


Para el autor de Polvo, aquella novela histórica que va de la Cristiada a los milagros del Niño Fidencio, si las encuestas sobre lectura fueran hechas partiendo de la lógica de que se interrogue a aquellos que tienen derecho a los libros, se comprobaría que en México se lee mucho más. “Yo considero que lo que necesitamos no es un país de lectores sino un país de justicia. Que esos 40 millones de pobres tengan acceso a hospitales, alimentación digna, servicios básicos, luz, agua, drenaje, etcétera”, me dice sacando un cigarro del bolsillo de su tradicional camisa a rayas para luego agregar que cuando esos pobres tengan eso, vendrá entonces la educación y luego la posibilidad de los libros, “pero para llegar a los libros primero necesitas pasar por el otro lado, el de la justicia social”, reiteró dando la primera calada.


Según me cuenta Benito, en materia de promoción de la lectura se hace “muchísimo”. “Hay montones de ferias de libro, montones de promotores de la lectura”, dice. Maestros y padres de familia se están convirtiendo en promotores, aunque para él el tema principal es que el libro sea accesible, que pueda llegar a todos, que sea barato para poder adquirirlo, agrega. “Otro de los motivos por los que pienso que las encuestas de lectura mienten descaradamente –me dice- tiene que ver con algo que se llama “pass a long”, es decir, un libro no lo lee una persona, sino cinco o seis. Si multiplicamos esos libros por lectores encontraremos que se lee muchísimo más de lo que las encuestas dicen”.


Los libros de Benito Taibo han tenido especial resonancia en los lectores jóvenes de México, no sé si Polvo y Querido Escorpión con la misma fuerza que Persona Normal, Desde mi muro, Cómplices y Corazonadas que, seguro -y lo sé por mis alumnas- han pasado a formar parte de sus libros favoritos, lo que ha hecho que el escritor haya tejido una relación muy fuerte con los jóvenes que atiborran sus conferencias mientras ríen y aprenden con él del maravilloso mundo de la lectura.

¿Qué están leyendo los jóvenes? -le pregunto. Me cuenta que están leyendo la “mal llamada literatura juvenil” que pare él no es más que un tema mercadotécnico porque, ´si la lógica es que debe etiquetarse así porque aparecen personajes jóvenes, entonces, dice riendo, Lolita de Vladimir Navokov sería literatura juvenil.


El escritor considera que los jóvenes están leyendo a su tiempo, a su espacio, a su alrededor. Me dice que están leyendo “un montón” de cosas sobre el bullying, sobre derechos humanos, pero también novelas como Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo de Benjamin Alire Saenz que versa, platica, sobre la otredad y las preferencias sexuales de una manera “brillantísima”. “Están leyendo un montón de cosas. Al fin y al cabo no importa lo que lean porque todos los caminos llevan a Cortázar”


Para Benito Taibo un lector empieza por donde quiera, no hay reglas de oro, pues cada lector es distinto, creativo en cuanto a su posibilidad de ir creciendo y cada vez más exigente, pero, añade, no hay dos lectores iguales en el mundo. ¡No existen! Y vuelve al tabaco. Sin embargo, destaca que las plataformas digitales también están permitiendo que los jóvenes tengan acceso a más libros, incluso a los clásicos del siglo XIX “¡puedes leer todo el siglo XIX con un click!” exclama. Mientras tanto en las bibliotecas públicas también se están realizando buenos esfuerzos para promover la lectura.

Benito Taibo, además de publicar libros entrañables, dar conferencias súper divertidas y fumar, también es el director de Radio UNAM, así es que consideré obligatorio preguntarle sobre el papel de los medios públicos y culturales en la promoción de la lectura. Me dijo que son importantes no solamente para eso sino también para la creación de la conciencia crítica, que es lo que hace falta.


Y lo que hace falta, también, y en eso coincidimos, son mejores campañas de promoción de la lectura por parte de las instancias oficiales, pues a esos que dicen que “Lee 20 minutos al día” nadie en su sano juicio, y aún con este calor que quema las neuronas, les cree que hayan leído un libro en su vida. Esas campañas, según Benito, deberían decir “lee todo lo que quieras, lee hasta el aburrimiento, lee hasta desfallecer, lee hasta que te quedes dormido, lee hasta que tengas que entrar bajo la regadera”.


Me platica que también hicieron otra campaña de “Leer es divertido”, lo que para el escritor es un “reduccionismo enorme” porque ni H.P. Lovecraft ni Stephen King son divertidos, pero sí -considera antes de regresar a su reunión-que todos los libros son de autoayuda, excepto los que dicen “autoayuda” en la portada.

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