Por Eduardo Jacobo Bernal

La idea de que seres extraterrestres han influido en el desarrollo de la humanidad se ha convertido en uno de los mitos más recurrentes en las últimas décadas, aun algunos canales televisivos que se dicen dedicados a la historia incluyen este tipo de “teorías” en sus explicaciones. Y es que los grandes avances tecnológicos de las civilizaciones antiguas sorprenden tanto al presente que se les atribuye la ayuda de seres provenientes del espacio. En múltiples obras de ciencia ficción se ha usado este argumento, desde Alien y Predator, hasta Stargate o Rick y Morty.
Jack Kirby, co-creador del universo Marvel, estaba también interesado en explotar esta idea en los cómics, y mientras trabajaba para DC creó una mitología en la que explora la lucha ancestral del bien y el mal con los llamados New Gods y su contraparte maligna Darkseid, personajes que hasta la fecha son pilares en la continuidad superheróica.
Cuando Kirby regresó a trabajar a Marvel después de hacerlo para la Distinguida Competencia, quiso seguir explorando el concepto y creó a un grupo de súper seres llamados Eternals. La premisa fundamental, al igual que en New Gods, tiene un anclaje en la mitología del cristianismo: se trata de fuerzas opositoras que representan al bien y el mal y luchan de manera constante por salvar/destruir a la humanidad.

Pero la imaginación de Kirby dotó al mito de elementos que la hacen única, pues según esta historia, los Celestiales, seres que prácticamente son dioses en el universo Marvel, se dedican a “sembrar” la semilla de la vida en diversos planetas, creando el escenario para esa lucha entre bien y mal, haciendo que los Eternals enfrenten a los Deviants y, al mismo tiempo, estimulen el desarrollo de la vida local, en este caso de la humanidad. Esta idea da pie a que los Eternals estén presentes en diferentes épocas de la historia y que hayan dado origen a varias mitologías, como la griega, la nórdica, la hindú o la mexica.
La idea de la divinidad pocas veces es abordada de manera tan explícita en los cómics de superhéroes, pues estamos acostumbrados a ver tipos con capas o armaduras enfrentando a villanos que quieren dominar el mundo, pero la historia de los Eternals va más allá, para ellos los imperios y las guerras son sólo momentos efímeros en su cruzada eterna, lo que hace que rara vez se involucren en conflictos humanos. Haciendo de este cómic un ejercicio en el que se combina la ciencia ficción, la filosofía y la religión, todo ello gracias a una de las plumas más respetadas no sólo del medio de las historietas, sino de la literatura en general, hablo, por supuesto, de Neil Gaiman.
Los espectaculares dibujos de John Romita Jr. son la mejor forma de dar materialidad a las ideas del señor Gaiman, lo que hace de esta novela gráfica una historia disfrutable no sólo para quienes gustan de los superhéroes, sino para todos aquellos que alguna vez se han cuestionado acerca del sentido de su existencia. Los Eternals son personajes que rompen el paradigma del superhéroe, están por encima de la moralidad, del género y de la raza, son el pretexto perfecto para abordar temas existenciales en las viñetas…
