Por Eduardo Jacobo

Uno de los hechos de armas más impactantes para la historia mexicana es, sin duda, la Toma de Zacatecas, y es que el 23 de junio de 1914 chocaron en las faldas del cerro de La Bufa más de 20 mil revolucionarios y el ejército federal que contaba con una fuerza de alrededor de 13 mil hombres. Con un saldo de más de 10 mil muertos y la derrota definitiva del régimen golpista de Victoriano Huerta, la batalla de Zacatecas marcó un antes y un después en el movimiento revolucionario.
Es por ello que la crónica de este enfrentamiento ha sido plasmada en libros, partes de guerra, películas y, por supuesto, en la narrativa gráfica. De la obra que quiero hablarles en esta ocasión es un relato hecho por Paco Ignacio Taibo II en compañía del ilustrador Eko, la cual coquetea mucho con la gráfica popular mexicana de mediados del siglo pasado, pues, más que viñetas, se trata de un centenar de grabados acompañados de texto en los que se narra de manera épica la Toma de Zacatecas.

Esta novela gráfica está centrada en la figura de El Centauro del Norte: Pancho Villa, de quien Taibo ofrece algunos datos curiosos y poco conocidos como su gusto por las malteadas y su colección de sombreros, así como la vida cotidiana de la División del Norte que pasaba de la diversión a la acción en un segundo, pero siempre bajo las órdenes de Villa, a quien le eran leales hasta la muerte.
Taibo demuestra la fascinación que le tiene a Villa y los años de investigación que le ha dedicado al personaje, misma que queda bellamente plasmada en las páginas ilustradas por Eko: cada una de ellas digna de ser enmarcada si ello no rompiera la continuidad de la novela gráfica.
En un majestuoso blanco y negro, la obra nos adentra en la batalla como si estuviéramos entre la lluvia de plomo que se desató en Zacatecas hace 109 años. Se trata de un ejercicio de difusión histórica que nos vuelve a demostrar la potencia narrativa de la unión entre texto e imagen y que se convierte en una obra imperdible para la gráfica nacional. Editada en el marco del Centenario de la Toma de Zacatecas, aún puede encontrarse en algunas librerías para deleite de los aficionados a la historia y la historieta, quienes no podrán dejar de gritar ¡Viva Villa! al pasear entre sus páginas.
