Por Eduardo Jacobo

Los cómics, a través de sus historias, son metáforas de nuestra existencia cotidiana: los viajes espaciales e interdimensionales, los superhéroes y las amenazas que enfrentan, los monstruos y los animales que hablan, son sólo excusas para hablarnos de nosotros mismos, de nuestros sueños, miedos y aspiraciones. Pero son pocos los que tienen como eje lo difícil que es formar una familia, y justo este es el caso de Saga, la ópera espacial ideada por Brian K. Vaughan e ilustrada por la talentosísima Fiona Staples.
Saga es un cómic que nació en 2012 y que inmediatamente llamó la atención de los lectores y de la crítica especializada, ganando varios premios Eisner (los Oscar del mundo de los cómics) y convirtiéndose en una obra que parecía una mezcla de Star Wars con Game of Thrones, aderezado con Romeo y Julieta, pero sin ser una copia o pastiche, sino con una personalidad propia que la hace una narración digna de cualquier biblioteca.
La acción se desarrolla en algún lugar del espacio en el que se despliega una guerra intergaláctica entre dos especies: los alados y los cornudos. Una batalla que se ha extendido a toda la galaxia y que consume a todos los mundos, pero en medio de ello se conocen dos jóvenes: Alana y Marko, ella del mundo de los alados y él de la especie con cuernos. Su relación evoluciona hasta convertirse en un tórrido romance que desemboca en un embarazo tan improbable como peligroso para el discurso que dice que alados y cornudos no pueden procrear.
A partir del nacimiento de la mestiza Hazel, todo se descontrola estrepitosamente, pues la peculiar familia se ve perseguida por los dos bandos, por la prensa, por un grupo de cazarrecompensas y por la ex-prometida de Marko. Esta persecución se vuelve la constante en la historia y hace que el concepto de formar una familia adquiera nuevos y peligrosos significados.
“Si las cadenas son tan fuertes como su eslabón más débil, las familias son más como una cuerda, muchos hilos frágiles que sobreviven al entrelazarse irremediablemente unos con otros” dice Vaughan al referirse al entramado de personajes de Saga, quienes conforman un elenco por demás heterogéneo y que cada uno tiene su propia historia, haciendo una obra compleja y rica en profundidad, aunque al mismo tiempo fácil de leer y tan emocionante que es difícil esperar al siguiente tomo.
Actualmente, la obra se encuentra a la mitad de su narración en la publicación original estadounidense a cargo de la editorial Image, y en México hemos podido disfrutar de esta excelente historia gracias a la editorial Kamite, que nos acaba de brindar el séptimo tomo y afortunadamente, para los nuevos lectores, los números anteriores aún se encuentran disponibles en su tienda en línea. Les aseguro que no se arrepentirán de entrar al mundo de Saga, en el que lo más cotidiano puede ser asombroso…
