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Sweet Tooth: En cautiverio

Por Eduardo Jacobo

A propósito del estreno de la segunda temporada de Sweet Tooth el próximo 27 de abril en Netflix, quiero hablarles acerca del segundo tomo de la historieta en que se basa la serie. Para recapitular, rápidamente les recuerdo de qué va la historia: se trata de un mundo post apocalíptico en el que una plaga acabó con 90 por ciento de la humanidad pero, al mismo tiempo que inició la plaga, comenzó a nacer una nueva especie: niños híbridos, mitad humanos y mitad animales.

El protagonista de esta historia es un chico de 9 años llamado Gus, quien nació con características de venado: orejas y astas incluidas. Gus creció aislado del mundo en una pequeña cabaña en la que su padre le inculcó un gran temor a la ciencia y una fuerte religiosidad. Sin embargo, a la muerte de su padre Gus se ve obligado a recorrer el mundo y se da cuenta de que las cosas son aún más complicadas de que lo que su padre le enseñó.

En este segundo volumen de la novela gráfica, autoría de Jeff Lemire y publicada en México por el sello editorial Smash, se retoma la historia de Gus, quien ahora está en cautiverio porque alguien que decía ser su amigo lo intercambia con unos científicos para que experimenten con él.

La historia hurga en el origen de Gus, pues probablemente sea el primero de la nueva especie. Al mismo tiempo, seguimos a Jepperd, el hombre que ayudó a Gus en su búsqueda de un refugio y vemos los motivos que tuvo para entregar al pequeño niño-venado.

Al igual que los primeros números de esta novela gráfica, aquí Lemire continúa con una narrativa centrada en la empatía y la preocupación por el medio ambiente -a propósito también del Día de la Tierra que se conmemora cada 22 de abril-, en la que Gus representa la posibilidad de volver a conectarnos como humanidad con la naturaleza. A final de cuentas la ciencia ficción siempre ha servido como advertencia de los posibles males hacia los que nos dirigimos y en la actualidad una de nuestras mayores preocupaciones es, sin duda, el tema ambiental, el cual ya nos demostró que puede engendrar pandemias que trastocan toda la vida como la conocemos.

Sweet Tooth es una obra con personajes entrañables y que deja con ganas de seguir leyendo o también de seguir viendo su adaptación en la pantalla chica, la cual -debo decir- me ha gustado bastante, pues cambia algunos elementos que funcionan mejor en pantalla que en las viñetas –finalmente cada medio tiene su propio lenguaje-, pero la esencia de la historia es la misma. Les invito a seguir las aventuras del pequeño Gus y averiguar si en esta historia la humanidad tiene salvación…


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